Homenaje a los caídos en la Compañía
En la tarde del jueves 04 de diciembre/08 fueron citadas la totalidad de las compañías integrantes de la Institución para homenajear el recuerdo de las víctimas que cobró el mortal incendio. La citación se materializó en los jardines del ahora ex Congreso Nacional. Junto al magnífico edificio, de estilo neoclásico francés, existe un monumento que recuerda la trágica fecha. Está levantado sobre el sitio exacto en que se ubicaba el altar mayor del templo de los jesuitas.
Mirando fijamente la blanca figura de la virgen, que corona la escultura, es fácil sentir que el lugar tiene una carga especial. Bajo nuestros pies están los cimientos de lo que fue el Templo destruido. Ahí descansan las bases del histórico edificio en armonía con los restos de las víctimas que no pudieron ser retirados. Estamos parados sobre la historia misma, sobre una de las páginas más tristes de nuestro historial ciudadano. Es una sensación muy especial saber que estamos en un lugar que hace 145 años se preparaba para celebrar uno de los ritos más importantes para el mundo católico: el término del Mes de María.
Ser voluntario del CBS es mucho más que desarrollar el espíritu de servicio. Integrar este Cuerpo es para compartir las más puras motivaciones que originaros su formación. En los cuarteles del Cuerpo existen vestigios centenarios que hablan de una vida citadina ya extinta, pero de la que podemos ser testigos y sentirnos herederos de ella. La vivimos a través de los ojos nuestros compañeros fundadores. Es en una conmemoración de este tipo donde es más fácil encontrarse con la historia latente que nos pertenece e identifica.
¿Cuántos ciudadanos pueden hoy sentirse parte del pasado y llegar a afirmar, con soberano orgullo, que quienes les antecedieron fueron pilares fundamentales en la construcción y desarrollo de las ciudades donde habitamos? Sin duda que son muy pocos, y de entre esos pocos, resalta precisamente el Cuerpo de Bomberos de Santiago con sus integrantes, quienes arrastran y escriben cada día la historia imperecedera de la ciudad.
Sobre los restos del Templo de la Compañía, sobre sus cimientos de gloria extinta, el Cuerpo se dio cita para honrar la memoria de los que murieron. Hemos renovando nuestro compromiso de servicio desinteresado con la única intención de socorrer y entregar el auxilio oportuno a nuestros semejantes aquejados por la desgracia.
Constancia y Disciplina no sólo es lema de Cuerpo, sino que es nuestro compromiso eterno para poder llevar la ayuda a todo aquel que nos requiera.
Pueden las almas de esas dos mil víctimas descansar en paz, pues con su muerte dieron origen a una nueva vida. Su padecimiento fue la luz que guió la pluma entintada de José Luis Claro al redactar el aviso aparecido en diario El Ferrocarril. Claro tuvo la sapiencia suficiente para proyectarse en el tiempo, incitando a la juventud de la época. Fue un revolucionario romántico que no midió las consecuencias de su acción…
El incendio de la Compañía lo motivo y ni se imaginó lo que resultaría de ello: dos mil fueron las víctimas, pero después de eso son miles más los que han sido salvados por su acción. El fuego que asoló Santiago nunca más tuvo esa libertad de acción. Desde aquel 8 de diciembre, una legión de hombres se ha interpuesto voluntariamente para frenar su acción. Del dolor por la muerte de esos miles y de la convicción impetuosa de un iluminado, nació la más apasionada de las agrupaciones: el Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Texto:
Álex Valdés A.
Feuerwehrmann
15.DFK
Fotos:
Andrés Maggio
Bomba Vitacura