Las llamas salían desde una pequeña recámara subterránea y por entre las uniones de baldosas y placas de cemento de la vereda y la calle y ya estaban afectando el frontis de un edificio de cinco pisos. El ruido ensordecedor confirmó que se trataba de una fuga de gas, la cual ardía con violencia. Los bomberos, bajo el mando del teniente Waldo Kaltwasser, desplegaron rápidamente el pitón cortina, elemento desarrollado por los cuartitos, el que formó un muro de agua que aisló el edificio del fuego.
Posteriormente, se armaron dos pitones laterales, los que se sumaron al trabajo de refrescar el frontis del edificio. La llamarada alcanzaba fácilmente el cuarto piso del recinto. Para consolidar la alimentación constante a las armadas de agua, se solicitó el apoyo de una segunda bomba, concurriendo la bomba de primer socorro de la Italica Gens.
Como medida de precaución, fueron evacuados los habitantes de todo el recinto, constatándose la salida de unas 200 personas. La policía mantuvo un perímetro de seguridad de una cuadra a la redonda.
Tras la llegada del personal de emergencia de la empresa Metrogas, éstos comenzaron a realizar excavaciones cercanas, con el fin de encontrar e identificar la matriz de gas que alimentaba el escape. Tras varias horas de búsqueda, los operarios dieron con la matriz exacta, a la que aplicaron una estrangulamiento con prensas, cortando así finalmente el suministro de gas.
Sólo tras el control final de la emergencia, los efectivos de Bomberos se retiraron del lugar, luego haber realizado labores de control de posibles fugas de gas al interior de los departamentos del condominio.
Texto y fotos: Álex Valdés A.