Nuestros carros de emergencia, fueron reemplazados por un carro de bomberos inflable, en forma de tobogán, donde todos(as) los(as) niños(as), jugaron durante la tarde, siempre en compañía y al cuidado de sus padres.

La sala de máquinas llena de globos, con constante música de fondo para amenizar el ambiente, fue el área principal donde se desarrolló esta fiesta. Otra área de esparcimiento, se desarrolló en el jardín del cuartel, donde niños y niñas pudieron disfrutar pitoneando desde una pequeña línea de agua. Muchos de estos pequeños vieron cumplido por un momento su sueño de ser bomberos.

Las pololas y señoras de voluntarios de la compañía, pintaron las caras de los niños y se preocuparon en todo momento de mantenerlos con jugos y golosinas. Más adelante, entre los asistentes, se armó un comedor en la sala de máquinas, donde los niños pudieron disfrutar de una buena hamburguesa con bebidas y papas fritas.

Terminada la comida, llegó el momento más esperado por ellos. Desde nuestro carro de especialidades RX-15,  se bajó el “viejito pascuero”, saludando a los niños y entregando los regalos correspondientes a cada uno de ellos.

Fue una tarde sencillamente maravillosa, cargada de alegrías y emociones, donde los voluntarios pudieron compartir en familia de una fiesta dedicada sólo a sus hijos. Entre juegos, risas, regalos y diversión, la tarde fue pasando poco a poco hasta el término de la actividad. El objetivo de brindar una bonita fiesta a nuestros(as) hijos(as), se cumplió cabalmente.