Incendio en bodega de plásticos

La vieja textil Sumar es historia pasada, pero historia llena de esplendor. Miles de trabajadores daban vida a esas enormes moles de concreto. Las calles aledañas a la industria fueron bautizadas con nombres que honraban a sus propietarios y sus empleados: Salomón Sumar, 1° de mayo, entre otras. Hace años que ya no salen telas ni paños desde la textil. Hace mucho que ya no sale nada…pero la madrugada del viernes 14 de noviembre/08 fue distinta. Algo salía desde el otro lado de los gigantescos muros. Salía humo.

Primero fueros bocanadas pequeñas que se disiparon rápidamente, para dar paso a una generación de humo más constante. La villa ubicada al oriente de la textil, por calle 1° de mayo fue la primera que sufrió la acción de una masa densa y picante que avanzaba a poca altura. Algunos vecinos despertaron y salieron a la calle. Angustiados y con un fuerte ardor en la garganta trataban de entender que pasaba. Los ojos les lagrimeaban y no lograban distinguir desde donde venía el humo. Ya sabían que había fuego el alguna parte, pero no lograban verlo, hasta que de pronto, el panorama cambió.

Un fuerte estruendo hizo retumbar las latas de la techumbre de una de las bodegas ocultas, de esas  que no se ven desde la calle. Aparecieron las llamas que iluminaron el cielo, dando un aspecto siniestro al enorme hongo que se erguía varios metros por sobre las cabezas de los asustados habitantes del sector. La nube que cubría las casas se hizo más débil. El tiraje había comenzado y los gases calientes de la combustión subían con fuerza hacia la oscura noche de Santiago.

Alertada por los llamados de los vecinos, la central de alarmas del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur despacha al lugar las compañías básicas para enfrentar un llamado estructural de tipo industrial. B3, B5 y B10 avanzan ruidosamente por las calles de San Joaquín, faltaban trece minutos para la una de la madrugada. A las 00:53 horas arriba la primera bomba, B5,y el oficial al mando describe rápidamente la situación decretando el despacho del primer batallón de incendio. Otras dos compañías concurren. El Quinto cuartel de incendio está en movimiento. A las 00:57 horas se ordena el despacho del segundo batallón de incendio.

Los primeros minutos fueron de máxima tensión y con tropiezos para realizar las armadas de ataque, toda vez que el cierre perimetral es altísimo y escaseaban las escalas que permitiesen superarlo. Se espera con ansias la llegada de un carro Portaescalas. El acceso al recinto es sólo uno y se colapsa rápidamente con las primeras bombas que ingresan a el, obligando a las unidades posteriores a habilitarse accesos a como de lugar.

Se confirma una gran sospecha, situación que pesará para el control del incendio. En el sector hay poquísimos grifos. La fuente de agua no está asegurada. Si bien frente a la bodega que se quemaba hay un grifo, el segundo más cercano esta a tres cuadras por la misma calle y desde ahí, otras fuentes de agua están realmente lejanas. Se comienza a ordenar el trabajo en convoy.

El comandante al mando del incidente decreta el despacho del tercer batallón de incendio (01:17 horas). Poco después se solicita el apoyo de carros con grandes estanques a otros cuerpos de bomberos, además de unidades especializadas para la recarga de equipos de aire. El ingreso al circulo interno del incendio (bodega en llamas  y otras dependencias aun sin afectar) está limitado a efectivos con equipo ERA

La bodega ardiendo es un enorme cajón de aproximadamente 80 metros de largo por 20 metros de ancho, con muros de siete metros y techumbre metálica, reforzada con fijaciones de pernos en cada una de sus planchas. En el interior del recinto, se calcula que hay unas 20 toneladas de materiales, todos altamente inflamables. En su mayoría de trata de plásticos, tanto como materias primas, como productos terminados, además de enormes rumas de cartones y otros productos utilizados como embalajes. La bodega arde con violencia y el contenido de los estanques de las bombas, vaciados una y otra vez, no logran aplacar las llamas. Se busca la guía de materiales, la que debe existir en todo lugar de acopio para saber que se almacena. La guía no existe.

El incendio es atacado a ras de piso y desde la altura. En este último caso destaca la función realizada por el carro snorkel de la segunda compañía. Éste se posiciona en la calle y logra superar los altos muros para lanzar agua desde lo alto. Para sus labores fue alimentado por otras bombas que llevaron el agua desde varias cuadras al poniente del incendio. Personal de la SEREMI de salud se presentó en el lugar y determinó que no era  necesario evacuar a las poblaciones cercanas, pues los gases y humos generados no contenían cloro (presencia muy común en incendios con polimeros) y no revestían peligro para los pobladores.

El trabajo de Bomberos fue efectivo. La que se presagiaba como una labor que duraría toda la madrugada, es concretada en poco más de tres horas. El fuego intenso fue controlado y circunscrito, comenzando el avance de las unidades de tierra hacia el interior de la bodega. La remoción de las rumas era fundamental de modo de logar la extinción de los focos más rebeldes, evitando que éstos se reactivaran en zonas ya seguras.

 

Lo que venía a continuación, si sería lento. La remoción de escombros. Esas faenas se extendieron hasta el amanecer y aun a media mañana había compañías trabajando, ya sea en aseguramiento de estructuras, como en extinción total de focos menores. Se destechó toda la zona sur de la estructura con la finalidad de lograr una buena ventilación que permitiese la evacuación de los gases que se desprendieron durante horas. La lenta y oculta combustión de pellets plásticos se vio beneficiada y protegida por la costra que el mismo material formó sobre las rumas, luego de que al estar ardiendo fueran enfriados bruscamente por el agua. 

Ya con la luz del día era posible apreciar la magnitud de lo acontecido durante la noche pasada y el hecho de constatar como algunos materiales y contenedores ubicados al interior de la enorme bodega fueron librados de quemarse, grafica la efectividad de las labores de contención aplicadas en su momento.

El recuento final muestra el trabajo de las 11 compañías del CBMS, las que se rotaron en distintos horarios para dar descanso al personal y a las máquinas. También concurrieron en apoyo compañías de los cuerpos de bomberos de: Ñuñoa, La Granja y San Bernardo. El registro oficial del cuerpos de bomberos local, sólo registra un efectivo lesionado, con un corte en una mano.

Texto y fotos:
Álex Valdés A.
Feuerwehrmann
15.DFK

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