El ajetreo de carros de Bomberos, así como el ruido incesante de maquinaria pesada trabajando son sonidos ya habituales para los habitantes del sector. Ellos están cada vez más preocupados por la seguidilla de incendios y posteriores demoliciones que afectan al lugar. En especial estos últimos son alarmantes, toda vez que se está tramitando la solicitud de declaración de zona típica para el barrio. Hasta hoy, varios inmuebles incluidos entre las construcciones emblemáticas a considerar han desaparecido por efecto del fuego y dos simplemente fueron demolidos en su totalidad.

“En los dos últimos casos, pese a que el fuego ha sido controlado por los bomberos, horas después extrañamente las llamas han rebrotado”, denuncia la vocera de la Agrupación de Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay, Rosario carvajal.

La comunidad está preocupada por el futuro que tendrán estos inmuebles y los criterios  que aplicará la Dirección de Obras Municipales, pues muchas casas mantienen sus hermosas fachadas, pese a la acción de fuego. “La protección actual del sector es un tanto débil, pues aunque las casas están bajo la figura de conservación histórica, esta categoría puede retirarse a solicitud del propietario con un simple trámite ante el Ministerio de Vivienda”, advierte Carvajal.

La Agrupación pretende que en atención al proyecto de declaración de zona típica se congelen de inmediato los permisos de demolición y edificación autorizados en el sector. Además, plantean que es urgente una mayor fiscalización del municipio para proteger el patrimonio arquitectónico de la ciudad. También exigen una investigación para aclarar las extrañas circunstancias en que se producen los siniestros y que darían espacio a las inmobiliarias para construir grandes edificios.

La situación puede ser más grave aún. De acuerdo a una denuncia de vecinos, se detectó una manguera con bencina instalada en la puerta de una casa ubicada en la zona protegida en calle Adriana Cousiño 344. Los vecinos lograron controlar el amago de incendio, pero las sospechas de la intencionalidad detrás de estos siniestros se multiplicaron

Barrio republicano, cuna de las artes y la política

El Barrio Yungay remonta su fundación durante 1839 y es levantado luego de que el clamor popular solicitara honrar a los chilenos vencedores en la batalla homóloga contra la confederación peruano-boliviana. Como homenaje eterno para esos valientes, es erigido un monumento para recordar la memoria de todos aquellos chilenos que entregaron su sangre en defensa del país. La Plaza Yungay, conocida popularmente como la Plaza del Roto Chileno, dio origen a un barrio codiciado por la clase media y media alta de la colonial sociedad santiaguina.
 
El emblemático sector, primer hito republicano de la ciudad,  está circunscrito por la avenida Libertador Bernardo O´Higgins por el sur, avenida Matucana por el poniente, calle Rosas por el norte y avenida Ricardo Cumming por el oriente. En su entorno se incluyen una decena de iglesias y 65 cités.

Con calles pavimentadas, alumbrado y tranvías, la zona presentó en su momento adelantes de los que carecía el resto de la ciudad. Algunos sitios emblemáticos del la zona son: el Teatro Novedades, la tradicional Peluquería Francesa y los pasajes patrimoniales Lucrecia Valdés de Barros, Adriana Cousiño y Hurtado Rodríguez, surgidos a comienzos del siglo XX.

El Barrio acogió a intelectuales y artistas como Eusebio Lillo, Violeta Parra, Nicanor Parra, Augusto Dalmar y Armando Uribe. Hoy mantiene ese carácter con un conocido círculo cultural que se suma a las sedes de diversas ONG´s.

Texto:
Álex Valdés A.
15.DFK Stadt Santiago.

Fotos:
Andrés Lewin.