Donnerstag, 03. März 2016.
La Decimoquinta compañía Máximo Humbser festejó los cien años de edad de don Max Müller V., fundador de la 15.Deutsche Feuerwehrkompanie y actualmente segundo bombero más longevo del país. Puntualmente, la formación germana se presentó en la casa de Lo Recabarren, Vitacura, donde la familia acompañaba desde la tarde al centenario patriarca.
El jueves 03 de marzo, sesenta integrantes de la 15.DFK se hicieron presentes en la casa del doctor Müller – tripulando los tres carros de la Compañía y arribando con sirenas y colorido -, con el objetivo de manifestarle su aprecio y agradecimiento a quien es uno de los dos fundadores que forman filas hoy en la Decimoquinta.
Max Müller V. nació el 03 de marzo de 1916, estudió medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile, y ante el llamado de la comunidad alemana para formar una compañía de bomberos, no dudó en enrolarse en ella, formando parte del ilustre grupo de fundadores desde aquel lejano 29 de octubre de 1958.
Con cariño especial, su familia se reunió durante la tarde del caluroso jueves 03 de marzo, extendiendo los festejos hasta muy entrada la noche. Al caer el día, la celebración se vio coronada con la bulliciosa llegada de Q, RX y MX 15. La Compañía formó en el frontis de su domicilio, hasta donde Max llegó acompañado por su esposa, su hijo Franz, y muchos nietos. Los señores Jorge Tapia C. y Álvaro Sainte-Marie H, director y capitán, respectivamente, entregaron el saludo de sus camaradas y herederos de la 15.
Un especial regalo hizo que Max Müller sonriera y, sin duda, rememoró tiempos de intensa actividad vistiendo cotona: recibió un casco de trabajo de última tecnología, grabado con su nombre y condición de fundador. Le costó para hablar, pero se dio a entender lo suficiente como para expresar sus recuerdos de cuando usaba casco de trabajo, muy distinto a éste, pero con la misma pasión y entrega que lo hacen hoy los Quinces en servicio.
El cumpleaños feliz cantado a viva voz por la Compañía, así como una juego de chorros de agua, iluminados con los estroboscópicos azules de los carros, fueron la expresión máxima y final del saludo de la germania para con su fundador.
Honrados de ser sus continuadores; responsables de su legado, emocionados y con lagrimas sobre las mejillas que se confundían con la brisa de los pitones, la formación de bomberos se retiró rumbo al Cuartel, dejando que Max pudiera descansar. Seguramente esa noche se durmió pensando en su querida Quince . . . y la Quince se entregó al servicio continuando por la ruta trazada por Max.
Texto: Álex Valdés A., ff 15.DFK
Fotos: 15 compañía.