17 vuelos alcanzó a realizar el LZ-129 Hindenburg hasta que se incendió tras su arribo a Estados Unidos el 06 de mayo de 1937. En su última travesía, el dirigible de 245 metros de largo, cubrió la ruta entre Frankfurt (Alemania) y el puerto de Lakehurst, New Jersey (EEUU). De las 97 personas que viajaron a bordo, 35 murieron quemadas o aplastadas por la megaestructura.
El Hindenburg, cuyo nombre honraba al ex presidente alemán Paul von Hindenburg (1925-1934), alcanzó a realizar 17 travesías intercontinentales desde que fuera puesto en servicio el 31 de marzo de 1936 por la empresa Luftschiffbau Zeppelin. Desde su puerto de origen en Alemania, cruzaba el Atlantico en dos y medio días, llegando a Estados Unidos y a Brasil.
El embargo mundial que puso Estados Unidos sobre el helio, obligó a la empresa alemana a cambiar el diseño de la aeronave y a reemplazar el gas de sustentación por hidrógeno, lo que facilitó y aceleró el incendio del Hindenburg en su recalada en tierras estadounidenses.
El Hindenburg es recordado, entre otras marcas, por el sobrevuelo en los cielos de Berlín durante la inauguración de los Juegos Olimpicos de 1936. El zeppelin se había transformado en el emblema del poderío aéreo alemán previo a la Segunda Guerra Mundial. Hoy, domingo 06 de mayo, se conmemoran 75 años de la tragedia áerea de una de las aeronaves míticas de la aviación mundial.
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