Antiguedad bomberil : Responsabilidad, liderazgo y motivación

 

    Cuando ingresamos a las filas de una compañía de bomberos, comenzamos un período importante en el aprendizaje de las  distintas materias que componen la vida bomberil. Es así como esperamos no tan sólo de los oficiales de mando, sino que de los voluntarios “más antiguos” que nosotros,  un constante apoyo para resolver las primeras dudas que comienzan a aflorar al momento de salir a los primeros llamados.

     A medida que pasan los años, nuevas generaciones de voluntarios comienzan a incorporarse a las filas de la compañía y por lo tanto de una forma natural, los que eran “chupes” en un momento, se ven enfrentados a otra realidad; tener gente a su cargo.

     Es aquí donde el voluntario se debe percatar que comienza otra etapa en su vida bomberil, cargada de nuevas responsabilidades. El ser “más antiguo” que otros, no significa tan sólo salir a cargo de una pieza de material mayor, con la finalidad de dirigirse a un llamado, activando sirenas y hablando por radio. En ese momento este personaje pasa a tener responsabilidades gigantescas, en lo referente al cuidado de la máquina y de la integridad de aquellos que conforman la tripulación. A su vez el más antiguo de la tripulación debe tener la capacidad de generar en los más nuevos, una confianza única y mostrarse como un líder al cual recurrir en momentos de nerviosismo, dudas o problemas. Además comenzará a notar que debe dar órdenes las que serán obedecidas por los voluntarios nuevos. No olvidemos que una orden mal emanada, puede traer desenlaces caóticos

     El apoyo y la constante preocupación en los llamados y fuera de ellos, hace que los más nuevos vean a sus oficiales y a sus voluntarios con más años de servicio, como referentes en la vida bomberil, así como también se comienza a generar el “Respeto” hacia el más antiguo, el cual se gana demostrando “la calidad de persona que uno es” y no por el hecho de ser un número más antiguo que otro.

     Mucho cuidado estimados lectores, con creer que al ser más antiguos, podrán tener el control absoluto del tiempo de otros, sobrecargándolos de actividades bomberiles y delegando responsabilidades propias a los más nuevos. Distinto es si uno pide ayuda para realizar gestiones de manera más rápida. Es la gente de más antiguedad la que debe dar el ejemplo, realizando y cumpliendo sus funciones, para así poder a futuro exigir con moral y poder motivar a los recién incorporados. Está comprobado que cuando los más nuevos, ven a sus oficiales y voluntarios antiguos, trabajar por la compañía de manera animosa y comprometida, ellos se motivarán y trabajarán de la misma forma que ellos. En el caso que esto fuese al revés, nos podremos imaginar el funesto desenlace

    Otro punto importante en esta materia, es el no menospreciar a los voluntarios más nuevos, por el sólo hecho de ser nuevos. Uno no sabe a quien puede estar juzgando de manera equívoca ya que uno de esos novatos, puede tener habilidades y aptitudes inesperadas, que en varios casos no poseen voluntarios que son más antiguos que él.

     Estamos claros que “los chupes” no tienen la experiencia bomberil de un voluntario de tres años hacia arriba, pero no los podemos marginar  ni faltarles el respeto por sólo ser nuevos, adquiriendo los más antiguos actitudes prepotentes y poco decorosas, acompañadas de frases como “ tu no sabes nada”   o “yo soy mejor que tu”. Lo único que resultaría de esas actitudes negativas, es un rechazo inmediato por parte de los más novatos hacia los más antiguos, creando rivalidades internas generacionales y el acatamiento de las distintas ordenes, de mala forma, a parte de la desmotivación que esto conlleva. No nos olvidemos que son los mas nuevos los que pasan en el cuartel la mayoría del tiempo, inyectados por una gran motivación, siendo ellos los que tripulan diariamente, los que hacen actividades de mantención de equipos después de los llamados y en muchas partes, los que contribuyen con la limpieza y orden del cuartel.

     Ahora bien, como dice el dicho “ nunca olvidemos cuando fuimos terneros”, antes de decir algo como más antiguo, se debe recordar cuando uno era novato. No es excusa alguna decir  “a mi me trataron mal” o  “conmigo fueron peor”. Una de las facultades del ser humano, es poder tener la capacidad de razonar y mediante las experiencias vividas, poder sacar conclusiones. Es así como me debo percatar que si conmigo hicieron algo malo, yo no puedo repetir eso con los que vienen bajo mi antiguedad.

     Los retos o llamadas de atención se deben hacer de a uno y de manera personalizada. Los retos en público y de manera masiva no conducen a nada. Como más antiguo si llamamos la atención a alguien por hacer algo de manera incorrecta, debemos como mínimo, llegar al cuartel, explicar las fallas cometidas y las soluciones respectivas.

     Un voluntario sin tacto, tino o criterio, puede sencillamente romper la vocación bomberil de una persona. Todo lo anteriormente expuesto no es aplicable sólo en bomberos, sino que en todo tipo de instituciones, pero acá tiene una connotación especial en el sentido de que realizamos una labor arriesgada que nos obliga a contar con voluntarios que se tengan confianza y demuestren correctas relaciones interpersonales.

     Las personas que insistan en ser foco de negatividad, desmotivación o poco ejemplarizadoras, deben ser identificadas por la oficialidad para que cambien esa actitud. Ahora bien si esto persiste, tendrán que entender que esta institución no funciona con perfiles de esa calidad, por lo que tendrán que retirarse de ella.

   Esto no quiere decir en ningún caso que el trato con los menos antiguos sea una especie de libre albedrío, o un trato de sumo cuidado dirigiéndonos a los extremos. Es un trato basado en un buen tacto y criterio por parte del más antiguo, apoyándose en la disciplina y formación que cada compañía posee.  Claro está que si el menos antiguo es displicente o irresponsable, debe ser llevado a las instancias disciplinarias pertinentes, ya que la lealtad y el respeto se deben dar hacia ambas partes.

   Siguiendo estas pequeñas pautas, lograremos conformar una compañía unida, donde los menos antiguos respeten a sus voluntarios por lo que son. Que ante cualquier eventualidad tengan la confianza de acercarse a hablar sus problemas, que la gente obedezca por un tema de lealtad generada hacia el más antiguo y no porque existe la amenaza de una sanción si es que la orden no se cumple, entre otras cosas.

   Las arcaicas frases como por ejemplo “la letra con sangre entra”, “que en el camino aprenda solo” o  “que se las arregle solo” , ya no corren en los tiempos de hoy. Temas como liderazgo, inteligencia emocional, motivación laboral y muchos más están haciendo que las instituciones públicas y privadas a nivel mundial puedan aumentar la calidad de trabajo y por ende su rentabilidad y en nuestro caso otorgar un mejor servicio.

Rodrigo Arriagada Faúndez
Vol. Activo
15ª D.F.K.  Stadt Santiago

15. Deutsche Feuerwehrkompanie – Stadt Santiago
15 Compañía de Bomberos – Cuerpo de Bomberos de Santiago
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