Con el 15 en el corazón

Lamentablemente, algunos de nuestros camaradas no podrán participar por motivos de fuerza mayor. Esta situación afecta especialmente a quienes se encuentran fuera del país, ya sea desarrollando sus carreras profesionales o cursando estudios superiores. Sabemos que quisieran estar presentes, pero su recuerdo nos acompaña siempre.

Vaya para ellos nuestro cariño, dejando constancia de que su presencia siempre está presente en nuestro cuartel.

A continuación se reproduce una sentida carta de saludo llegada desde Méjico y firmada por nuestro camarada, voluntario honorario Gonzalo Sánchez.

Mi querida 15 forma parte de mi vida, como las cosas más importantes.                                                                                                      

Ingresé a la compañía el 30 de Noviembre de 1983. Un mes después de que ésta cumpliera 25 años de vida. Viví ese aniversario 25 como aspirante, sin saber ni entender nada. Creo que no debo salir ni en las fotos!

Pero recuerdo muy bien como tímidamente ingresé a la 15, tratando de entender y aprender qué era este cuento de los bomberos y conociendo a tantos que hoy nos acompañan y que seguramente me vieron ingresar como un “pájaro” de tantos que han ingresado a ella a lo largo de estos años; o como tantos otros que un día entraron y que igual como llegaron, luego partieron.

Para mí no, para mí fue distinto. Para mí, en mi vida, hay un “antes y un después” de entrar a la compañía.

Este año cumplo 25 años de servicios y en esta segunda mitad de vida de la 15 me ha tocado ser un actor un poco más activo. Más allá de las responsabilidades que me haya tocado asumir en estos años, la compañía me ha regalado amigos, y muy buenos. Me ha regalado cuñados y también me regaló lo más valioso que tengo: mi familia.

Sí, conocí a la Tere en el cuartel de El Bosque. Era la hermana del “chupe” del momento: Mauricio Ducheylard. En otras circunstancias probablemente no la habría conocido. La historia posterior es conocida. Llegaron mis 3 hijos, que yo también siento que son un regalo de la Compañía. Hoy día miro hacia atrás y veo que lo más valioso que puedo tener me lo regaló la 15.

                                                              ¡Gracias amada compañía por todo lo que me has dado!

En lo personal, también siento que me ha dado mucho. De partida, un sentido a mi vida. La ha llenado en muchos momentos tristes o de soledad y también la ha sublimado por tantos momentos en que he podido dar mi mano a quien sufre. ¿Que más se le podría pedir a la vida?

                                                                                                                                                                                                        Haber entrado a la compañía ha sido de lo mejor que me ha pasado y hoy, a 25 años de mi ingreso, cuando ella cumple 50, no puedo más que dar gracias. Gracias a quienes me acogieron cuando golpeé la puerta del cuartel, un 22 de Agosto de 1983: a Juanito, quien literalmente me abrió las puertas del cuartel. A Cristián Michell (obviamente capitán) que me recibió en la oficina y me mostró el cuartel. A Víctor Sieveking, que estaba en la guardia leyendo un libro, sentado arriba de uno de esos “centenarios” armarios que había en las guardias. A Bruno Heinroth (Q.E.P.D.) que firmó mi solicitud. A Cristián Araya que me acogió como amigo en la guardia y que me dio “pega” tantas veces cuando no tenía “ni uno”. Recuerdo a Dietrich, que me pagó el pasaje en tren a mi primera convención en 1984 y al que nunca le devolví la plata, porque no la tenía. Los paseos en bicicleta los sábados por la mañana con Frank Wenderoth, a quién aprendí a querer más que como sólo un amigo. Tantos consejos que recibí de Fito Krause, de Juan Alberto Pino, de Antonio Celedón, del tío Jorge Ayala, y que decir de mi gran amigo, mi cuarto hermano, Cristóbal Goñi, que me abrió las puertas de su casa, en los momentos más difíciles vividos, sin nunca preguntarme nada, ni siquiera hasta cuando me quedaría. En fin… tantos recuerdos, tantos momentos, tanta regalos recibidos… Todo eso, y mucho más, me ha dado mi 15.

Hoy, a días del cincuentenario, a tantos kilómetros de distancia, con el corazón apretado por los recuerdos, solamente puedo reiterar mi compromiso de fraternidad y lealtad con “ella”. Y a ustedes, mis queridos y recordados camaradas, darles las gracias por estar con ella, preocupados de ella, trabajando por ella, cuidándola, para que cada día que pase, por siempre, sea la más buena, la más bonita y la más amada.

No la dejen nunca. No la abandonen. Ella necesita de nosotros, de nuestro cariño y de nuestro amor, como a toda mujer.

Un abrazo enorme para todos.

Gonzalo Sánchez M.

15. Deutsche Feuerwehrkompanie – Stadt Santiago
15 Compañía de Bomberos – Cuerpo de Bomberos de Santiago
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