En Carlos Sage con Nueva Andrés bello, comuna de Quinta Normal, existe un pequeño asentamiento de características únicas. Todos los habitantes subsisten gracias a su trabajo de recolectores de papeles y cartones. Los patios de las casas, los dos pasajes y la única calle que permite llegar hasta ellos, son usados como bodegas de acopio de toneladas de papeles, cartones y otros deshechos. Al final del callejón existe una bodega donde se almacenan los productos de “mayor calidad”.
Como ocurre al menos una vez al año, según lo expresado por los bomberos locales, el fuego reventó de pronto y en pocos minutos alcanzó dimensiones dantescas. Las llamas invadían todo y el calor irradiaba peligrosamente sobre las endebles casuchas. Era cosa de tiempo, de darle una pequeña ventaja y el fuego consumiría todo. Concientes de ello, Bomberos de Quinta Normal activó rápidamente un plan especial para esa zona. Al llamado inicial fueron despachadas B-2 y B-3. Durante el trayecto, el efectivo a cargo de la B-2 distinguió fácilmente el gran desprendimiento de humo solicitando otra bomba. Llamaradas de quince metros de altura les dieron la “bienvenida”. Ya en el lugar dio la alarma de incendio. A las cuatro compañías iniciales se sumaron posteriormente las otras cuatro unidades de ese cuerpo. Ante la dificultad para llevar agua hasta el foco del incendio, se solicita apoyo a los cuerpos de bomberos de Santiago y Ñuñoa.
A las 00:37 horas cayeron los timbres en los cuarteles de la 9ª, 18ª y 21ª compañías. Llamado de comandancia por apoyo a otros cuerpos (clave 10-12). Una bodega repleta de papeles y cartones ardía violentamente en medio de un barrio de alto riesgo. Al lugar avanzan las bombas B-9 y BX-21, apoyadas por el carro aljibe Z-18. Una vez arribadas al lugar se les informa sobre su zona de trabajo. CBS debía trabajar por el costado oriente del incendio. La oscuridad era total y la ruma de material ardiente era enorme, por lo que además es despachada una compañía de zapadores. La 12ª compañía, la que asiste con sus carros Q-12 y R-12.
El trabajo realizado en conjunto por los tres cuerpos dio rápidamente buenos resultados. Hasta la puerta misma del incendio llegaron tres bombas de CBQN, las que fueron alimentadas en convoy a través de una armada de varias cuadras de extensión. En promedio, cada una cuadra fue posicionada una bomba para elevar presión y bombear el líquido hacia el interior del recinto. La poderosa bomba BX-4 del CBÑ fue posicionada en avenida Carrascal, asumiendo la función de primera bomba para el envío del caudal.
Las compañías del CBS trabajaron desde un lugar más cercano al siniestro. BX-21 quedó a una cuadra del incendio, desplegando pitones por un pasaje de acceso paralelo al principal. Para su trabajo fue alimentada por B-9, la que se posicionó una cuadra más atrás. Ésta bomba desplegó su piscina, la que era llenada por Z-18, manteniendo un nivel de agua constante para alimentar los pitones de la 9ª y de la 21ª que trabajaron por el oriente de la bodega. En tanto, los efectivos de la Chile Excelsior realizaron armadas de iluminación, asegurando la zona y realizaron labores de apuntalamiento de estructuras, así como remoción de cientos de kilos de materiales aun incandescentes.
Las labores de los efectivos del CBS se extendieron hasta pocos minutos antes de las cinco de la madrugada, momentos en que recibieron retirada por parte del comando de Quinta Normal. Santiago entregó nuevamente su apoyo a otro cuerpo vecino, demostrando el interés permanente de la institución de colaborar en todo lo que sea requerido. Las labores en conjunto se concretaron sin inconvenientes, demostrando que las barreras jurisdiccionales sólo están en el papel y que ante la lucha contra el enemigo común los bomberos son un solo cuerpo.
Texto y fotos.
Álex Valdés A.
15.DFK Stadt Santiago